jueves, 16 de marzo de 2023

Pescando en agua tibia




El mensaje celebratorio, pronunciado con voz clamorosa por el responsable del sector, hace hincapié en el dudoso mérito de que «…el oficio de la pesca tal vez sea uno de los últimos de la humanidad que se remonta a nuestros ancestros…» … ¿Y los mesopotámicos de hace 10 mil años atrás que ya dominaban ciertas técnicas de siembra y cría de animales? ¿Y la Edad del Bronce y la del Hierro, que moldearon sus culturas respectivas entre 3 mil y 1.200 años a.C.? Al final, hasta la computación moderna tiene un origen ancestral… si no, que lo digan los chinos y/o árabes que ingeniaron el ábaco en el lejano y el medio oriente hace 3 mil años. Toda actividad humana tiene un precedente y es el resultado de un cúmulo de experiencias que debería suponer, y casi siempre lo es, una evolución, un progreso. 

Sabemos que no es el caso de la pesca en nuestro país, donde los escasos e irregulares números sugieren una enorme regresión. Donde el mismo funcionario, en otra de sus alocuciones vía RRSS, amenaza a los pescadores sardineros con «ponerlos a sutura» (a cualquiera se le escapa un gazapo) si estos no respetan las regulaciones pesqueras sobre el «estop» (sic), refiriéndoce al inventario de una especie con el que contamos para efectos de la pesca. En todo caso, y por encima de las destrezas comunicacionales de cada quien, está el contenido que, sobre todo en el caso de un funcionario, debe corresponder a la verdad respaldada con datos objetivos. 

Lo cierto es que la misma fuente habla de capturas que rondan las 40 mil toneladas de sardina el año pasado, versus las sesenta y tantos mil de años anteriores (mejor, no hablemos del promedio de 150 mil/año durante los 90 y principios del milenio), lo cual interpreta el orondo funcionario como un eventual colapso de la pesquería, advertido, además, por el «primer y único estudio que se ha hecho en Venezuela sobre este recurso» y que está actualmente en desarrollo. 

¡Caramba señor ministro! Hay muchos y muy formales y sistemáticos desde finales de los 80, pero humildemente sugiero la lectura de, al menos, uno solo: Spatial variability of Spanish sardine (Sardinella aurita) abundance as related to the upwelling cycle off the southeastern Caribbean Sea | PLOS ONE, y quizás, si tiempo e interés hay, también convendría revisar una breve historia de los estudios de la sardina en Venezuela, de tiempos no digamos ancestrales, pero que comenzó ya en los años 70 y se detuvo en 2009 (c.f. https://pescandoelcambiove.blogspot.com/2018/08/evaluacion-de-los-stocks-pesqueros-en.html ). 

Así, mientras los pescadores siguen exigiendo condiciones mínimas de operatividad y seguridad para ejercer su labor, mientras crece indetenible la desnutrición infantil, mientras permanecen prácticamente cerrados lo centros de investigación marina del país, la burocracia oficial vuelve a anunciar el invento del agua tibia.

3 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Pepe muy bueno. Me sorprendió la cifra colocada de 45.000 Tan/año. Inmediatamente llame a Caracas y me informaron que la cifra es productos de dos modelos aplicados por el IOV. Estos modelos utilizan valores de captura de la Biomasa y poder estimar lograda por la máquina de argollas, pero la CPUE no es proporcional a la Biomasa y por ello, el método Hidroacustica es el más indicado para la determinación. De la biomasa y poder aplicar esa medidas de ordenamiento.

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    2. Los modelos basasdos en producción (captura) tienen sus limitaciones, una de las cuales es, precisamente, poder ontar con un registro absoluto de las capturas en toda la extensión de la poblacuón y a lo larg de una larga serie de tiempo. En la actualidad, estos modelos se usan como complemeto de las estimaciones directas hechas con acústica, tal y com lo hacíamos en Venezuela regularmete entre los 80 y 2004. Luego, estas estimaciones hechas desde el buque oceanogrñafico, se fueron espaciando en el tiemp, hasta su total desaparición en 2209 y el deterioro terminal del único buqie oceanográfico en servicio en el país. En el presente, las estimaciones logradas, aun con las carencias señaladas, refuerzan la hipotesis del colapso del recurso que pasó de generar 150 mil t/año durante un par de décadas a unas 40 mil recientemente. Si aceptamos este último valor como cierto, se refuerza la recomendación del INSOPESCA en 2010 (con datos de la última campaña acústica de 2009) de declarar moratoria o, a lo sumo, fijar una cuota máxima de 20 mil t/año durante al menos 5 años, siempre bajo observación cerrada. Esto, por supuesto, tiene implicaciones socioeconómicas importantes, de allí las medidas alternativas propuestas, las que tampoco fueron tomadas en cuenta. Gracias por el oportuno comentario.

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