miércoles, 13 de agosto de 2025

¡A la cuenta de 100!

 

Esquema funcional del Proyecto CARIACO, por más de 20 años orgullo de la oceanografía nacional y fundamento de cientos de producciones científicas de clase mundial.

En el tono triunfalista que les es propio, en un video difundido en sus redes, la gente del Ministerio de Pesca de Venezuela se ufana de haber desembarcado en puerto cumanés 900 toneladas de atún pescadas por un barco de la flota venezolana que opera en el océano Pacífico: «por primera vez en ocho años, óigase bien, en ocho años…». Quizás el declarante no sepa que el promedio anual de capturas de esta flota con bandera nacional anda por el orden de las 40 mil toneladas/año (ver fundatun.org). ¿A dónde se fueron entonces esas otras 300 mil toneladas en estos últimos ocho años? Pues a activar y a alimentar cadenas de valor de otros países en detrimento de las propias.

En otro alarde de esclarecimiento, un colega declara a los medios (https://ipysvenezuela.org/red-de-periodistas/en-sucre-el-mar-se-calienta-mientras-la-sardina-escasea/?s=09) que la escasez de sardina es debida al calentamiento del agua, ante lo cual se instalaron un par de termómetros en dos puntos de la costa para hacer seguimiento del problema…

Sin evaluaciones sistemáticas con los instrumentos adecuados y habiendo aniquilado el Proyecto CARIACO, una de las series de tiempo oceanográficas más longevas y de más alta resolución logradas internacionalmente, cualquier cosa que digan los expertos, o incluso los propios pescadores según dicte su experiencia empírica ancestral, es solo especulación y no es suficiente para verificar o rechazar cualquier hipótesis en relación al recurso sardinero y de allí diseñar su gestión. 

Lo más lamentable, es que ya en el país no hay ni capacidad técnica ni logística para implementar esos programas de seguimiento. En el caso del atún, la responsabilidad está en manos de comisiones multilaterales, pero sin investigación local. En el caso de la sardina, un par de termómetros instalados en un puerto no sirven absolutamente para nada, en relación con lo que se debería hacer y se hacía: evaluación acústica periódica de la totalidad del área de distribución de la sardina (desde la longitud aproximada de La Tortuga hasta la de la península de Paria), pescas muestreales, perfiles oceanográficos, análisis con sensores remotos de temperatura, clorofila y productividad y registro pormenorizado de desembarques.

Tanto para estos dos ejemplos mencionados como para muchos otros en distintos ámbitos del conocimiento, ya el marco epistemológico está roto, o simplemente se perdió… Hay que regresar a la casilla de salida, aquella de los noventa, recogerse las mangas y desarrollar los siguientes puntos con una meta temporal corta… digamos de 100 días:     

-         Configuración e instalación de una comisión técnica pluriinstitucional, con identidad formal dentro del ente administrador pesquero, para el diseño del plan sexenal del sector.

-          -Establecimiento de un convenio con el Ministerio de Ciencia y Tecnología que permita el redireccionamiento de los recursos LOCTI de las empresas del área para el financiamiento de investigación científica orientada, en función de las necesidades de gestión del ente rector pesquero.

-          -Creación de un programa de becas para la capacitación técnica, a nivel de posgrado, de al menos 10 profesionales del área a identificar. Establecimiento de las coordinaciones internacionales respectivas.

-          -Recuperación de infraestructura y recursos pedagógicos para el inicio de la profesionalización del pescador (INCE, Fundación La Salle).

-          -Constitución y habilitación de tres equipos técnicos, con presupuestos y capacidad logística necesarios para abordar, de manera inmediata, estudios y resoluciones para los rubros: atún, sardina y pepitona.

-          -Constituir y habilitar un equipo técnico para la adaptación y el diseño de unidades pesqueras funcionales, en términos de eficiencia para la propulsión, poder de pesca, conservación a bordo, habitabilidad y seguridad, eficaces en el aprovechamiento de nuevos caladeros.

-          -Instituir, por resolución formal, la producción bianual de la Carta Pesquera de Venezuela, como referencia técnica para el ordenamiento y la gestión de los recursos acuáticos vivos. Iniciación los trabajos de campo respectivos.

-          -Implementación de un programa de capacitación y financiamiento para el desarrollo del cultivo de mejillones y ostra de mangle, preferentemente como alternativa hacia los pescadores de arrastre artesanal y/o pesquerías en declinación.

-          -Por convenio INEA-ente rector pesquero, creación de la taquilla única del pescador, para solicitudes y obtención de certificados, permisos, registros, pagos, etc., de embarcaciones y tripulantes.

-          -Diseño e implementación de un convenio entre el ente rector pesquero, el Ministerio de Educación y las cámaras respectivas de industriales, para incorporar los enlatados de atún y sardina en los planes de alimentación escolar. 

Esta lista no exhaustiva y elaborada rápidamente, tiene la virtud de incorporar aspectos sensibles cuyo abordaje genera, de suyo, resultados a todo lo largo de su desarrollo y victorias tempranas ligadas tanto al bienestar del pescador y su gente, como al ordenamiento del sector en el inicio de la planificación a largo plazo. En todo caso, la implementación de estas acciones y la generación de resultados de alto impacto, puede producirse en el término de muy pocos meses, y, por lo tanto, en concordancia con esa escala temporal tan demostrativa de las nuevas administraciones; esa de los 100 días.













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