sábado, 30 de marzo de 2019

Algunos tuits y la "Generación NINJA"


Los contenidos en las redes sociales, con mucho más prevalencia en nuestro país, donde el flujo de información está coartado por los designios del régimen, son, cada vez más, lugar de referencia y de propuesta para la generación de consciencia, para la formación de criterios y para la obtención de datos funcionales para la vida y el trabajo. Por útiles o inservibles; por serenos o tendenciosos; por objetivos o esquinados,  rechazándolos o acogiéndolos, los contenidos del Twitter y de otras plataformas resultan informativos, pues, además, desnudan la substancia y propósito de su emisor, persona o institución. En fin de cuentas, es muy difícil engañar por Twitter si su contenido no es, al mismo tiempo, una expresión de lo que objetivamente ocurre.

Permítaseme aquí un inciso: mientras escribía el párrafo anterior, supe bruscamente de la muerte de mi hermana. Aun esperándola, toda muerte es, al cabo, repentina y dolorosa. Pero una cosa es dolorosa y otra es atroz. Mi hermana no murió como efecto colateral de un apagón, pero sí lo hizo en la oscuridad de un hospital público, después de indecibles esfuerzos de su familia para conseguir medicinas, catéteres, y habiendo recibido del propio personal del centro de salud, sus últimas exiguas raciones de alimentos en envases plásticos reciclados de alguien que ya había consumido toda la margarina que esos potes alguna vez contuvieron. El cuerpo vivo de mi hermana, no solo recibió el castigo de su enfermedad. Una vez exánime y porque los ascensores del edificio no operaban, porque camillas no había o su uso no era practicable, recibió además la humillación póstuma de tener que ser cargado en brazos por su hijo, por pasillos y escaleras atestados, hasta una morgue cuyo aspecto y olores ni siquiera intentaré describir, por respeto a mi gente y a los que eventualmente lean este lamento. Un retrato entre miles y miles más, que describe el horror de una emergencia humanitaria compleja que la parsimonia multilateral tolera…transige… 

Hasta aquí el inciso. Mientras estas cuitas íntimas, personales nos agobian, a cada uno en su forma, a cada uno en su escala, la anomia general del país sigue su progreso, ante la negación de sus responsables que intentan que el espejismo sea la realidad y la realidad el espejismo, haciendo uso avieso de las redes sociales.

Pero, como antes comentaba, no es nada fácil engañar por Twitter, sobre todo cuando el entorno se empeña en desdecirnos. Veamos un par de ejemplos del uso oficial que dan instituciones de Estado responsables del sector pesquero, a sus respectivas cuentas:




¿Qué nos dice esta muestra (absolutamente representativa) de tuits de los organismos del sector pesquero venezolano? ¿Qué nos transmiten estos contenidos? ¿Corresponden a un ente administrador de recursos o bienes públicos, o es más bien a una plataforma de comercialización de pescado? …¿de mercadeo político? Veamos su perfil:




¿Nos informa de su real propósito institucional, o solo se limita a decirnos (a restregarnos) que es una organización socialista? ¿Tiene el socialismo algo que ver con los ciclos biológicos y reproductivos de las especies objetivo de la pesca; con el manejo ecosistémico de las pesquerías? Si la respuesta acaso pudiera ser sí, ¿la administración socialista de los recursos pesqueros del país ha sido efectiva? ¿Dónde están los números; los indicadores? ¿En la página web, donde deberían? No pierdan el tiempo buscando. Allí solo hay fotos de tarantines de ventas de pescado y selfies de algunos funcionarios que asumen que así, con la foto y el tarantín, ya su labor está cumplida. 

Hagamos ahora el contraste con los contenidos de Twitter de una institución pesquera de un país de la región, que también, como Venezuela, tiene gran vocación pesquera y cuyas aguas también son espacios de alta productividad marina, por fenómenos oceanográficos de fertilización:



Referir el carácter de estos contenidos, es decir lo obvio. Su perfil institucional es una corroboración:
 


No hay más que explicar. Las comparaciones, dicen, son odiosas… cierto, pero solo para aquel que sale desfavorecido en el proceso, cuanto más si la arrogancia le impide ver que un parangón es una manera de referenciarse; es una invitación a usar modelos ajenos eficientes y adaptarlos a la propia circunstancia.

Desafortunadamente,  esta comparación odiosa no solo vale para la pesca: también saldríamos mal parados en Educación, en Justicia, en Alimentación, en Salud, en producción agraria, en Agua, en Energía, en Industria, en electricidad. Veinte años “invertidos” para terminar pariendo una sociedad pobre, profundamente desigual, una juventud sin perspectivas, mucho menos, certidumbres, pero al mismo tiempo hiperconectada a las RRSS … lo que un técnico de la economía para el desarrollo que escuché en esto días, llamó la generación NINJA: No INcome, no Job, no Assets… Este es el resultado de 20 años de triunfos “con la fuerza que irradia el espíritu antiimperialista del Comandante Chávez” …(INSOPESCA tuit dixit).

 
 


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